lunes, 12 de enero de 2015

Villabajo

Hay un pequeño pueblo a la ribera del Tajo y custodiado a norte y sur por montes que sirven de hogar a conejos y zorros. El pueblo acostumbra a recibir muchos visitantes, especialmente los fines de semana. Desde hace años sus habitantes descubrieron el filón del turismo y desde entonces lo han sabido explotar con mucho éxito. Cerca de la plaza mayor hay multitud de casas rurales y restaurantes de comida típica de la zona. Por sus callejuelas, ahora limpias y bien conservadas después de un plan integral de remodelación y embellecimiento que fue todo un acierto del alcalde, se descubren las tiendas de artesanía y productos ecológicos que los turistas compran a precios muchos más caros de lo que valen pero que pagan alegremente porque están de vacaciones. Al fin y al cabo, cuando estamos de tiempo libre, nuestra psicología se transforma y no podemos evitar esa idea de a vivir que son dos días. 

En estas tiendas se pueden encontrar artículos muy variados. Hay por supuesto el típico souvenir hortera fabricado en China y traído a Europa en barcos de mercancía al por mayor y que, cuando llega a su destino, le impresionan con el nombre del lugar que va a promocionar. Sin embargo encontramos objetos mucho más refinados y que merecen unos minutos de contemplación más detenida por su capacidad de crear placer al que los observa. 

En una de las calles que van a dar a la plaza, justo antes de entrar a esta, se encuentra una de las tiendas que más visitantes recibe a lo largo del día. El local es amplio pero no tiene demasiada variedad de género. Eso ha conseguido que se salve de la invasión de los plásticos. La atmósfera es oscura y fresca en verano y cálida en invierno, la combinación perfecta para el cliente solitario. Vende artesanía local, aunque la anuncia como si fueran antigüedades. Está regentada por una señora que se ocupa de las ventas, aunque a veces también hay un chico joven. Pudiera ser su hijo, la verdad es que tiene toda la pinta aunque no lo sé y no lo puedo asegurar. 

Venden objetos muy variados. Hay muchos muebles, mueble pequeño, del que llaman auxiliar. Están hechos con maderas duras y pesan mucho. Las piezas están bien ensambladas y por ello tienen todos un aspecto rústico y a veces un poco tosco en el tacto. Aunque a la vista no resultan tan violentos. Tienen también una gran variedad de objetos decorativos. Hay piezas de madera tallada que imitan la forma de animales y personas. Tienen también piezas de cerámica, algunas pintadas y otras en arcilla cocida, presentadas a hueso y sin más. Hay botijos, palanganas de hojalata, cuencos, botes de todos los tamaños y formas, hay también algunos jarrones y platos decorados al estilo castellano, y también cestos de mimbre y hasta gorros de paja.

Todo está amontonado según ha ido entrando en la tienda. Los muebles más grandes están más abajo y los objetos pequeños se van ordenando de mayor a menor por tamaños de abajo a arriba desde los muebles hasta el techo. Hay un pequeño pasillo en forma de círculo que empieza en la caja de pagos y termina en el mismo sitio y que sirve para que los clientes paseen entre tanta almoneda para ver qué se les antoja.

Fuera del local se apoltrona un perro grande y vago. Está siempre echado a la margen del quicio de la entrada junto a la puerta. Cuando pasas por delante, ya sea cuando entras o sales, levanta levemente la cabeza y te mira. Otras veces ni eso, sólo te mira pero sin despegar su cuerpo del suelo. Nunca ladra ni hace ningún ruido. Es un buen guardián porque a pesar de su aspecto bonachón es un chucho obediente que sólo reacciona a la voz de su ama. 

Saliendo de la tienda, a mano derecha, se llega a la plaza del pueblo. Allí se pueden ver las balconadas corridas a lo largo de todas las fachadas. Cubren todos los edificios que dan al ruedo desde el primero al último piso, los bajos están reservados a los soportales. Detrás de uno de los más viejos se levanta desproporcionado el campanario de la iglesia, que se encuentra en una calle que discurre paralela a la plaza y que, de no ser por esta, cortaría perpendicularmente a la de la tienda. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario