lunes, 26 de octubre de 2015

¿Por qué la gente habla en los ascensores?

¿Por qué la gente habla en los ascensores? El otro día estaba esperando el ascensor de mi casa y llega la vecina del sexto, Conchi. Me saluda, le saludo y nos quedamos esperando a que llegue el ascensor al bajo. Como soy muy educado, y con las personas mayores hay que serlo, le abro la puerta. Cabe aclarar que Conchi tiene doscientos años, lustro arriba lustro abajo. De hecho ella vio instalar el ascensor de mi casa. Y construirla entera desde los cimientos para ser más exactos.

Y cuando estamos ya dentro coge la buena señora y da al botón del sexto. Me mira y me dice: <<Voy al sexto>>. Gracias vecina, además de más joven que usted debo de ser ciego. Hubiera preferido que me preguntara a qué piso voy yo y que pulsara también el botón de mi casa en vez de decir obviedades que no sirven para nada pero qué le vamos a hacer...

Entonces, como no me queda otra, pulso yo el botón de mi casa, el quinto. Y es entonces cuando Conchi suelta otra de sus maravillosas perlas y dice: <<¿Vas al quinto?>>. No, lo hago para despistar...

Lo peor de todo es que llevamos coincidiendo en el ascensor más de veinte años. Creo que la pobre Conchi todavía no se ha enterado de que vivo aquí. Esta escena se lleva repitiendo toda mi vida desde que tengo uso de razón.

Lo peor de todo es que habrá gente que dirá que son cosas que se hacen por educación, por "hablar de algo". Yo mandaría a toda esa gente con Conchi a una isla desierta, por educación. Que si no fuera por educación les mandaba a otro sitio.

Pero hay que reconocer que las señoras como Conchi no son lo peor que te puedes encontrar en un ascensor. En mi bloque de pisos hay algo mucho peor que Conchi y son los vecinos que tienen perro o niños. O lo que es aún peor, los que tienen perro y niños, así, todos juntos, como Mogli en el Libro de la Selva, niños y animales juntos. Es evidente que ese romance no puede funcionar.

Cuando abres el ascensor y te encuentras con uno de esos vecinos no parece un vecino. Parece que la puerta del ascensor es un portal misterioso que te transporta a un episodio de "Teo se va al campo pero antes va a dar un poco por culo en el ascensor".

¿De verdad por qué hay gente que habla en el ascensor? ¿Y por qué cuando te encuentras con uno de estos vecinos con familia numerosa y perro tienes que hablarle antes al niño que al padre? ¿Y por qué cuando lo haces lo tienes que hacer como si el bebé fueras tú y tuvieras algún problema en la boca?

Si vas en el ascensor con un vecino y su hijo entonces tienes que decirle alguna chorreada a la ricura de turno porque si no lo haces eres un borde insensible al que no le gustan los niños, y eso ya será así para siempre. Además tienes que decirlo con voz de gilipollas porque como todo el mundo sabe los niños sólo oyen a los adultos cuando estos les hablan como si lo estuvieran haciendo a un teletubbie.

Pero es que con los perros pasa tres cuartos de lo mismo. Tú te cruzas con un vecino con perro y tienes que hablarle al dichoso perro. Te gusten o no lo perros. Si no lo haces eres igual de borde que si no le hablas al niño. Es fundamental que hables al perro antes que al vecino. Es un código de conducta instaurado por los siglos de los siglos. El vecino observa la escena desde la altura mientras tú estás inclinado dejándote el espinazo diciendo cosas como: <<Guapo, guapo, eres un perrito muy guapo>>. Y como si le hablaras al mismo teletubbie de antes, pero esta vez con la lengua más grande y algo más de pelo.

Tienes que hacer todas estas cosas con la mejor de tus sonrisas. No puedes llegar al ascensor y encontrarte al vecino y a su perro (que es enorme, babea y por alguna razón que no terminas de entender te ha cogido cariño y decide subírsete encima) y decir: <<Ay, es que los perros no me gustan>>. Si haces esto entonces dos rayos láser procedentes de los ojos del vecino amante de los animales atravesarán tu cuerpo y te pulverizarán convirtiéndote en un montón de ceniza en la que el perro del vecino se meará. Y luego llegará Conchi para decirte que ella va al sexto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario