Cabe pensar en el destino del Hombre cuando el destino de uno solo parece haberse vuelto en su contra. Ahora sólo me queda alzar la voz para gritar alto y con fuerza: <<Nos han engañado>>.
Nos han engañado y ahora ya no hay solución. El tiempo ha marchitado las flores de la primavera y el invierno ha comenzado. Ya no hay libros ni tampoco sueños por realizar. Ahora sólo nos queda el dinero...
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